Con una sencilla e ingeniosa historia y estimulantes ilustraciones, Peter H. Reynolds motiva hasta al menos creativo de nosotros a hacer una marca… para ver adónde nos lleva.
La maestra sonrió; «Simplemente haz una marca y mira adónde te lleva».
La clase de arte ha terminado, pero Vashti se ha quedado pegada a su asiento. Su hoja está en blanco. Las palabras de su maestra la invitan amablemente a que se exprese. Pero Vashti no sabe dibujar: ella no es artista. Para demostrarlo, Vashti clava enojada un rotulador en la hoja en blanco y hace una marca ordinaria. «¡Ahí está!», exclama.
Ese momento es el punto de partida de una delicada y galardonada fábula de Peter H. Reynolds, la cual ha inspirado a innumerables espíritus creativos desde su publicación en 2003.
Con una sencilla e ingeniosa historia y estimulantes ilustraciones, Peter H. Reynolds motiva hasta al menos creativo de nosotros a hacer una marca… para ver adónde nos lleva.
La maestra sonrió; «Simplemente haz una marca y mira adónde te lleva».
La clase de arte ha terminado, pero Vashti se ha quedado pegada a su asiento. Su hoja está en blanco. Las palabras de su maestra la invitan amablemente a que se exprese. Pero Vashti no sabe dibujar: ella no es artista. Para demostrarlo, Vashti clava enojada un rotulador en la hoja en blanco y hace una marca ordinaria. «¡Ahí está!», exclama.
Ese momento es el punto de partida de una delicada y galardonada fábula de Peter H. Reynolds, la cual ha inspirado a innumerables espíritus creativos desde su publicación en 2003.